España está en el ojo del huracán. Las noticias sobre un posible rescate son cada vez numerosas y la situación parece que haya cambiado de un mes a otro. Si hace dos meses parecíamos, dentro del riesgo, un país seguro, en la actualidad, con la prima de riesgo en plena escalada parece difícil confiar en la sostenibilidad de la economía española. ¿Qué ha ocurrido para que cambie la situación tan rápidamente?
En primer problema que surgió en la economía española es el riesgo de recesión. Si a principios del año anterior, las previsiones eran de crecimiento económico, conforme avanzo el año las previsiones no se hicieron reales y los datos indicaban mas una posible recesión que una recuperación. A principios de este año, la recesión ya se da por descontada en los próximos trimestres por varios organismos internaciones y por el propio Banco de España. Una recesión se traduce a grandes rasgos en un descenso del PIB y por extensión, de los ingresos del estado.
Con el fin de reducir al mínimo el déficit del estado y evitar endeudarse más, el gobierno ha presentado unos presupuestos que se basan principalmente en el descenso de los gastos públicos y un aumento de los ingresos gracias a la “amnistía fiscal” que se ha puesto en marcha para aquellos que tengan dinero negro y quieran declararlo. ¿Cuál es el problema? A juicios de los mercados los presupuestos son muy optimistas y basta con que varíen los ingresos en un 3 % para que el déficit aumente un 10% más del pronosticado en los presupuestos. Por tanto, el riesgo de endeudamiento es muy alto y cada vez en una cantidad mayor.
Y para terminar, la barra libre de liquidez que prestó el Banco Central Europeo prestó a diversas entidades europeas hace 4 meses (y que fue principalmente a la compra de deuda soberana de diversos países europeos, incluida España) se ha agotado.
Estos tres factores son las causas más importantes de porqué la situación de España es tan complicada en la actualidad. Las consecuencias de estos factores ya hemos visto cuales son; la prima de riesgo disparada, los inversores huyendo de cualquier valor español y el riesgo de intervención cada vez mayor.